Conoce las 5 mejores técnicas para controlar los berrinches en niños de 2 a 3 años

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berrinches en niños

“Mateo acaba de cumplir los 2 años. Ya me habían advertido de los “terribles dos”, pero nunca me imaginé que iban a ser tan difíciles. Cada vez que algo no ocurre como Mateo desea, comienza una rabieta de película: se tira al piso, avienta cosas, grita, llora y patalea. Estoy desesperada, muero de la vergüenza cuando eso sucede y ya no quiero ir a lugares público con él.”

Lorena, la madre que nos manda ese relato, no es la única en sentirse así. De hecho, una de las razones más frecuentes por las que los padres de niños pequeños consultan a psicólogos y profesores es por los berrinches o rabietas.

Aún el padre más paciente puede llegar a perder la cabeza ante una de estas rabietas, pero si quieres volverte un experto en recuperar el mando, sigue leyendo.

¿Por qué los niños hacen berrinches o rabietas?

Los berrinches o rabietas son respuestas «desproporcionadas» ante alguna situación frustrante. Utilizo las comillas porque, aunque a los padres nos parecen así, ante los ojos del niño, la reacción es lógica.

Aunque para mí sea ridículo llorar porque hoy no dio tiempo de ir al parque porque comenzó a llover, una niña de 3 años que tenía muchas ganas de ir a los columpios lo vive de una manera muy distinta.

Imagínate por un momento que justo antes de subirte al avión de tu luna de miel, la aerolínea avisa que se cancelan los vuelos hasta la semana próxima. A que también te enojarías, ¿o no?

Lo que pasa es que un adulto tiene un amplio repertorio de respuestas posibles ante un disgusto o frustración.

El niño tiene muchas menos, tanto porque su lenguaje es limitado como porque sus posibilidades de hacer algo para cambiar la situación también son muy limitadas.

Si cancelan mi vuelo, tengo la opción de cancelar mi viaje, irme en carro o buscar otra aerolínea. En cambio, si mamá dice que hoy no se va al parque, pues no se va al parque y punto.

¿Frustrante, no?

Otra razón por la que existen los berrinches es la inmadurez cerebral. Así como los pequeños van aprendiendo a caminar de a poco (primero se arrastran, luego gatean y un día por fin caminan), ocurre lo mismo con todas las otras funciones de nuestro cuerpo.

corteza prefrontal

Nuestro cerebro está compuesto por distintas partes que van desarrollándose a lo largo de la vida.

Una parte muy importante se llama corteza prefrontal, y uno de sus roles principales es el de ayudarnos a «pensar con la cabeza fría».

Pues esta parte termina de desarrollarse alrededor de los 18 años, es por esto que las reacciones de los niños pequeños son tan intensas en comparación a las nuestras.

Entonces, ¿los berrinches en niños son inevitables? 

No precisamente…

Si bien los berrinches son parte del desarrollo normal del niño, hay algunas circunstancias que hacen que estas ocurran más a menudo y sean de mayor intensidad.

Hay 3 estados físicos que causan (o aumentan) las rabietas en los niños pequeños:

  1. Hambre
  2. Cansancio
  3. Enfermedad

Aún las personas adultas, cuando tenemos alguno de esos 3 estados físicos, estamos mucho más irritables y propensos a enojarnos o a que nuestras respuestas se salgan de control.

Otro estado que aumentará la frecuencia y magnitud de los berrinches es la ansiedad. Un niño que se encuentra constantemente nervioso por alguna situación en particular, va a tener mucha más propensión a los berrinches épicos.

¿Cómo puedo minimizar la aparición de los horribles berrinches?

Si bien es normal que los niños pequeños tengan este tipo de reacciones intensas ante la frustración, no es nada divertido presenciarlas. Las rabietas frecuentes pueden disminuir la confianza que un padre tiene en su crianza e incluso afectar su autoestima.

Afortunadamente existen técnicas sencillas que te ayudaran a retomar el control de la situación cuando tu hijo esté haciendo un berrinche.

En este artículo se vamos a enseñar los 5 mejores métodos para controlar los berrinches de tu pequeño:

1️⃣ ➞ Previene

Como dijimos antes, un niño hambriento, cansado o enfermo estará mucho más irritable. Ten siempre algún bocadillo de emergencia en el bolso, el truco está en detectar las señales tempranas del hambre, ya que los niños no siempre saben hacerlo.

Si lo ves cansado, intenta que duerma una siesta. Si está enfermo, mejor quédense en un ambiente tranquilo y ármate de extra paciencia y comprensión.

2️⃣➞ Explica y anticipa

«Cada vez que Ana va a casa de sus primos es un deleite y una pesadilla al mismo tiempo. Por un lado me encanta verlos jugar juntos. Por el otro, cada vez que nos vamos de ahí Ana hace un berrinche espantoso que dura todo el viaje en auto hasta llegar a la casa.

hablando con un niño

Hace muy bien explicarle al niño desde antes que van a hacer algo que le gusta pero que luego hay que volver a casa.

?? Tip:

Es muy útil hablar del orden del día, explicando cómo van a pasar las cosas: al volver del cole vamos a comer y de ahí a casa de tus primos, pero a las 5 tenemos que volver a casa a tiempo para la merienda.

 

Cerca de las 4.40 le volvemos a recordar que pronto será el tiempo de volver a casa. De nuevo, a las 4.50 le recordamos. A las 4.55 podemos poner una canción y decir «en el momento que acabe esta canción tenemos que irnos».

Este pequeño ritual ayuda al niño a prepararse para el momento de la despedida.

3️⃣➞ Ayúdale a poner nombre a sus sentimientos.

Si ves que se está nublando el cielo y no podrán ir al parque como lo habías prometido, explícale a tu hijo la situación.

Es probable que se enoje, y comience un berrinche, recuerda que a esa edad, la inmadurez del cerebro ocasiona que las respuestas sean intensas e impulsivas.

berrinches

Es probable que tu hijo no se de cuenta de lo que hizo que se pusiera así, pero si nosotros les ayudamos a entender que lo que sintió se llama enojo, y que es muy normal, ayudamos a que el cerebro madure más rápido.

No tiene ningún caso explicar durante el berrinche, piensa que dentro de tu pequeño hay una tormenta y por el momento no va a escucharte, pero cuando se tranquilice podrás explicarle qué sintió y cuáles son algunas maneras mejores de reaccionar ante el enojo (pegarle al piso con los pies, hacer un dibujo o brincar 10 veces, por ejemplo).

4️⃣➞ Respira

No siempre es posible prevenir. Tu hijo ya está enojado. Emberrinchado, en el suelo del supermercado gritando groserías. Tú sientes que todo el mundo te mira y piensa que eres un desastre de madre.

madre tranquila

Pero esto no es así. Todos los que hemos sido padres hemos pasado por lo mismo. TODOS. Algunas lo admitirán con más facilidad que otras, pero los niños han hecho berrinches desde el inicio de los tiempos, y los seguirán haciendo.

Si tú te estresas y te enojas, lo único que va a suceder es que el nivel de ansiedad de tu hijo va a aumentar. ¿Recuerdas lo que dijimos de la ansiedad? Hace que las rabietas sean aún más intensas.

Si tu logras mantener la calma, lograrás que el berrinche no escale y que el fuego se apague un poco más pronto. Además, estarás enseñándole a tu hijo a mantener la calma en situaciones difíciles.

5️⃣ ➞ Brinda apoyo emocional

Una rabieta es horrible para un padre, pero es aún peor para el niño. Él mismo no entiende la razón de su descontrol y está asustado. Recuerda que un berrinche es un desbordamiento emocional que el niño no puede controlar.

niño enojado

Después del berrinche pueden platicar de lo que pasó, de lo que sintió y de algunas formas alternativas en que hubieran podido actuar. Pueden incluso hacer un «plan de acción» para la próxima vez que esto suceda.

Conclusión

Ahora que ya entiendes todo lo que hay detrás de una rabieta, te será más fácil prevenirlas y controlarlas.

Recuerda que tu pequeño apenas está aprendiendo cómo acomodarse en nuestro mundo tan demandante y que a veces es difícil ser niño, pero no hay mejor regalo que podamos darles que el estar siempre a su lado y acompañarlos a crecer.