Los trastornos del neurodesarrollo son un grupo de condiciones heterogéneas que se caracterizan por un retraso o alteración en la adquisición de habilidades en una variedad de dominios de desarrollo.
Dentro de este tipo de desórdenes los más comunes son:
- Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
- Trastorno del espectro autista
- Retraso global del desarrollo
- Discapacidad intelectual
Los trastornos del neurodesarrollo son aquellos que tienen su origen en el periodo de desarrollo
¿Cómo se definen los trastornos del neurodesarrollo?
Un trastorno del neurodesarrollo se determina como una discapacidad biológica, genética o adquirida, en el funcionamiento del cerebro, el responsable de la disfunción en el comportamiento del niño.
De igual manera altera capacidades como la memoria y el aprendizaje. Puede ser causa de retraso mental, dislexia, parálisis cerebral y autismo, entre otras.
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Aborda las complejidades del desarrollo del sistema nervioso central en los niños, que surgen en puntos velados de su infancia, resultado de una maduración cerebral anormal que puede conducir al deterioro clínico.
¿Cómo se clasifican?
Existe cierto debate sobre qué condiciones deben clasificarse formalmente como trastornos del neurodesarrollo.
Algunas definiciones incluyen tanto trastornos neurológicos de origen conocido (como el síndrome de Down y el síndrome de Williams), trastornos de origen no claro o multifactorial (como las condiciones del espectro autista, el TDAH, la dislexia, la dispraxia y la discalculia).
Algunos académicos argumentan que existen diferencias fundamentales: estos últimos se clasifican principalmente sobre la base de su manifestación en el comportamiento (que incluye anormalidades tanto físicas como funcionales), en lugar de sus orígenes o causas.
Son cuatro las categorías principales de estos trastornos:
#1 Disfunción cognitiva
También conocida como fibroniebla o niebla mental. Es la pérdida de funciones intelectuales tales como pensar, recordar y razonar, lo suficiente para interferir con el funcionamiento cotidiano.
Los pacientes con disfunción cognitiva tienen problemas con el recuerdo verbal, la aritmética básica y la concentración.
La discapacidad cognitiva o intelectual se tipifica de acuerdo a su escala de gravedad:
- Leve
- Moderada
- Grave
- Profunda
En esta categoría también se incluyen los trastornos del lenguaje, que incluyen trastorno fonológico, tartamudeo y trastorno de la Comunicación Social (verbal y no verbal).
#2 Trastornos del espectro autista
El trastorno del espectro autista (TEA) es el nombre de una variedad de afecciones similares, incluido el síndrome de Asperger, que afectan la interacción social, la comunicación, los intereses y el comportamiento de una persona.
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En niños con TEA, los síntomas se presentan antes de los tres años de edad, aunque en algunas ocasiones se diagnostique después, y tienden a persistir hasta la adolescencia y la edad adulta.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que uno de cada 160 niños tiene un trastorno del espectro autista
No existe una «cura» para el TEA, pero la terapia del habla y el lenguaje, la terapia ocupacional, el apoyo educativo y otras intervenciones están disponibles para ayudar a los niños y a los padres.
#3 Trastornos de déficit de atención con hiperactividad
Este trastorno presenta un patrón persistente de inatención o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo.
El niño no presta atención a los detalles o comete errores por descuido, parece no escuchar, presenta dificultad para seguir las instrucciones hasta el final, es desorganizado, pierde las cosas, distraído y olvidadizo.
En cuanto a su actividad, suele mover nerviosamente las manos o los pies, o es incapaz de quedarse quieto en una silla, es verborreico, con poca capacidad de demora.
#4 Problemas de conducta
Aunque en algunas ocasiones este trastorno está asociado a problemas de atención con hiperactividad, también pueden presentarse por motivos afectivo o una combinación de ambos.
Los trastornos del comportamiento son las razones más comunes por las que las escuelas solicitan a los padres evaluaciones y tratamientos de salud mental para sus hijos.
Aunque los trastornos de conducta también son comunes en adultos, la causa principal es que no fueron atendidos adecuadamente en la infancia.
Ya en la adultez, estos trastornos pueden perseverar y afectar negativamente la capacidad de una persona para conservar un empleo y mantener relaciones sanas.
A su vez, los trastornos de conducta pueden distinguirse entre:
- Desórdenes de ansiedad
- Trastornos del comportamiento perturbador
- Trastornos disociativos
- Trastornos emocionales
- Trastornos profundos del desarrollo
#5 Trastornos motores
De acuerdo al Fondo de Investigación Neurológica del Departamento de Neurociencias Clínicas, los trastornos motores (o trastorno motriz) se refieren a una serie de disfunciones del sistema nervioso que provocan movimientos o acciones involuntarias o incontrolables del cuerpo.
Estos trastornos pueden causar la falta de movimiento previsto o un exceso de movimiento involuntario. Los síntomas pueden incluir temblores, espasmos, contracciones, o alteraciones de la marcha. Se distinguen:
Trastorno del desarrollo de la coordinación
Se refiere a la adquisición y ejecución de habilidades motoras coordinadas por debajo de lo esperado para la edad cronológica. Torpeza y lentitud, imprecisión.
Trastorno de movimientos estereotipados
Comportamiento motor repetitivo, aparentemente guiado y sin un objetivo, que puede ir desde agitar las manos, hasta provocarse golpes a sí mismo.
Trastornos de tics
Un tic es una vocalización o un movimiento repentino, recurrente y no rítmico. Entre otros:
- Trastorno de la Tourette
- Trastorno de Tics motores o vocales persistente
- Trastorno de tics transitorio
#6 Convulsiones
Las convulsiones, conocidas también como epilepsia, se presentan cuando ciertas células nerviosas en el cerebro fallan. Los circuitos experimentan un exceso de excitación, produciéndose un desequilibrio, una especie de cortocircuito pasajero.
Hay que destacar que existen alrededor de una docena de tipos de epilepsia, y no necesariamente todas se manifiestan en convulsiones (o ataques).
Existen dos tipos principales de este tipo de ataques:
Ataques focales
Que inician en una parte específica del cerebro, pudiendo causar efectos físicos y emocionales, así como sensaciones visuales o auditivas inexistentes.
Alrededor del 60% de las personas con epilepsia tienen este tipo focal, a veces llamado “convulsión parcial”. En ocasiones, los síntomas de una crisis focal pueden confundirse con signos de enfermedad mental u otro tipo de trastorno nervioso. Pueden existir ausencias y a menudo no se identifican con la epilepsia.
Ataques generalizados
Son los que ocurren cuando las células nerviosas en ambos lados del cerebro fallan. Pueden causar espasmos musculares y rigidez de las piernas, además de sufrir caída y provocar la formación de espuma por la boca.
Algunas personas tienen convulsiones que comienzan como un tipo y luego se convierten en otro.
No es fácil clasificar algunos de ellos, son conocidos como ataques de inicio desconocido y pueden causar síntomas tanto sensoriales como físicos.
Conclusión
Más del 70% de los trastornos del neurodesarrollo inician antes de los 24 años, sin embargo, muchos de ellos, como la esquizofrenia y la ansiedad, aunque se diagnosticaron en la edad adulta, tienen sus raíces en la primera infancia e incluso trastornos neurodegenerativos como la enfermedad de Alzheimer están influenciados por un neurodesarrollo anormal.
Los trastornos del neurodesarrollo no son síndromes discretos, y en más de las ocasiones tienen un carácter gradual. Además, es importante tener en consideración que rara vez son muy específicos y normalmente se presentan más de uno simultáneamente.
La lista de trastornos del neurodesarrollo es larga y heterogénea. Incluye enfermedades con causas genéticas, así como condiciones resultantes de abusos en etapas pre y postnatales, como la exposición a la hipoxia, alcohol o toxinas, deficiencias nutricionales, infecciones, traumas o cambios metabólicos.
Actualmente la investigación permite que la gran mayoría de estas afecciones sean controladas para mantener una vida digna a través de mejores medicamentos, tras un certero diagnóstico y un manejo adecuado.
Por otro lado, muchas de estas alteraciones forman parte del desarrollo normal y podrían no tener importancia. Sin embargo, es imperante que, ante la mínima sospecha, se descarte un trastorno de un proceso evolutivo.
Intervenir a tiempo resulta fundamental a la hora de poder ayudar a un niño en la adaptación, participación o realización de actividades básicas en su día a día.
Tan malo es no prestar suficiente atención a los hijos, como exagerar y cometer una sobrevigilancia. Por eso, entérate de cuáles son las características del proceso de aprendizaje de un niño. Sus etapas y las capacidades que debe tener en cada una de las fases de su crecimiento.
Te invitamos a compartir tu opinión o experiencia particular en este interesante tema de los trastornos del neurodesarrollo, en la sección dispuesta para ello más abajo.