La dislipidemia, también llamada dislipemia, es un trastorno hormonal y metabólico.
El significado etimológico de dislipidemia proviene de las raíces “lipo” (grasa) y “emia” (sangre).
La dislipidemia se refiere a la presencia de altos niveles de lípidos, que son transportados por las lipoproteínas en la sangre
El término incluye la hiperlipoproteinemia (hiperlipidemia o hiperlipemia), que hace referencia a los niveles elevados de colesterol total; de lipoproteínas de baja densidad (el colesterol “malo”) o de los triglicéridos, así como a una concentración baja de las lipoproteínas de alta densidad (o colesterol “bueno”).
Existe una serie de factores que intervienen para que la dislipidemia se presente en el organismo.
Pero… ¿Por qué se presenta y cuáles son los trastornos y posibles tratamientos de este desorden?
A continuación, te presentamos lo que hay que saber acerca de la dislipidemia.
Contenido
¿Qué es la dislipidemia?
La dislipidemia se refiere a niveles insalubres de uno o más tipos de lípidos (grasas) en la sangre.
La sangre contiene tres tipos principales de lípidos:
- Lipoproteína de alta densidad o HDL (High density lipoprotein) / colesterol o lipoproteína buena
- Lipoproteína de baja densidad o LDL (low density lipoproteins) / colesterol o lipoproteína mala
- Triglicéridos
Cuando se sufre de dislipidemia, generalmente puede significar una de dos cosas, que los niveles de LDL o sus triglicéridos son demasiado altos, o bien, que los niveles de HDL son demasiado bajos.
Ambas lipoproteínas se refieren a los niveles de colesterol, que en esencia es una sustancia grasosa que se halla en todas las células del cuerpo.
Tipos de colesterol
El LDL se considera el tipo «malo» de colesterol, debido a que al acumularse puede formar placas en las paredes de las arterias, causar un ataque cardíaco.
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Por otro lado, está el HDL, o colesterol «bueno», llamado así porque ayuda a eliminar el LDL de la sangre.
Los triglicéridos
Estos tipos de grasas en la sangre, provienen de las calorías que consumes, pero no se queman de inmediato.
Los triglicéridos se almacenan en las células de grasa y son liberados como una reserva de energía cuando el organismo los demanda.
Por eso, al llevar una dieta con exceso de calorías (más de las que el cuerpo quema), tendrás seguramente una acumulación excesiva de triglicéridos.
Cuando tienes niveles altos de LDL y triglicéridos, se corre el riesgo de un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.
Los niveles bajos de colesterol HDL están relacionados con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca.
Tipos de dislipidemias
La dislipidemia se divide en 2 tipos:
- Dislipidemia primaria, la cual tiene orígenes genéticos, es hereditaria.
- Dislipidemia secundaria, que es una condición adquirida por el estilo de vida y otros factores, como la obesidad o la diabetes.
Es posible que escuches el término hiperlipidemia para definir la dislipidemia, sin embargo, la hiperlipidemia se refiere solo a niveles altos (hiper) de LDL o triglicéridos, mientras que la dislipidemia puede referirse a niveles que pueden ser más altos o más bajos que el rango normal para ese tipo de grasas en sangre.
Dislipidemia primaria:
Existen a su vez, varias sublasificaciones de la dislipidemia primaria:
Hiperlipidemia familiar combinada
Esta es la causa hereditaria más común de colesterol LDL alto y triglicéridos altos. La hiperlipidemia combinada familiar, puede desarrollar estos problemas en la adolescencia y hasta los 20. También tiene un mayor riesgo de enfermedad arterial coronaria temprana, que puede ocasionar un ataque cardíaco.
Hipercolesterolemia familiar e hipercolesterolemia poligénica
Ambos tipos se caracterizan por un colesterol total elevado.
Hiperapobetalipoproteinemia familiar
Esta condición significa que existen altos niveles de apolipoproteína B, una proteína que es parte de su colesterol LDL.
Dislipidemia secundaria
Es adquirida a través de una combinación de estilo de vida que no benefician a nuestro organismo. Por ejemplo:
- Consumo de bebidas alcohólicas
- Falta de actividad física
- Diabetes
- Dieta con alto contenido grasosos
- No consumir alimentos altos en fibra
- Fumar
Síntomas
Desafortunadamente la dislipidemia, al igual que otros padecimientos, como la presión alta, no muestra síntomas obvios a quienes la padecen.
Como suele suceder, la condición que lo provoca, el colesterol alto, se descubre normalmente durante un análisis de sangre de rutina.
Sin embargo, la dislipidemia puede conducir a enfermedades cardiovasculares, que pueden ser sintomáticas.
Los niveles altos de colesterol LDL se asocian con la enfermedad de las arterias coronarias (EAC), que consiste en un bloqueo en las arterias del corazón; y de la enfermedad arterial periférica (EAP), que es un bloqueo en las arterias fuera del área del corazón, principalmente de brazos y piernas. Mientras la EAC puede provocar dolor en el pecho y finalmente un ataque al corazón, el principal síntoma de la EAP es dolor en las piernas al caminar.
¿Cuáles son las causas y quién está en riesgo?
Varios son los hábitos que pueden conducir a la dislipidemia. Entre ellos:
- Fumar
- Obesidad (estilo de vida sedentario)
- Exceso en el consumo de alimentos con alto contenido de grasas saturadas y grasas trans
- Consumo excesivo de alcohol (contribuye a niveles más altos de triglicéridos)
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Por otro lado, se tiene un mayor riesgo de dislipidemia primaria si uno o ambos padres sufren de dislipidemia.
La edad avanzada también es un factor de riesgo para el colesterol alto.
Las mujeres tienden a tener niveles más bajos de LDL que los hombres hasta la menopausia. Ahí es cuando los niveles de LDL de las mujeres comienzan a aumentar.
Otras condiciones médicas que pueden aumentar el riesgo de dislipidemia incluyen:
- Diabetes tipo 2
- Hipotiroidismo
- Enfermedad renal crónica
¿Cómo se diagnostica la dislipidemia?
Una de las principales razones por las que es conveniente realizarse un perfil lipídico periódicamente es para conocer el estado de los niveles de LDL, HDL y triglicéridos, que, entre otras cosas, pueden revelar la dislipidemia, una afección que, como ya comentábamos anteriormente, no muestra síntomas.
Debido a que estos índices pueden variar año con año, se recomienda hacer este tipo de análisis de sangre anualmente.
El perfil de lípidos es un examen sanguíneo muy sencillo que te dará como resultado los niveles de colesterol actual y los ideales.
¿Qué opciones de tratamiento existen?
Por supuesto la primera recomendación es cambiar los malos hábitos y ese estilo de vida que contribuye a elevar los índices de LDL, HDL y triglicéridos.
Una dieta balanceada, reduciendo grasas saturadas, azúcar refinada y alcohol, a la vez de agregar más frutas, verduras, proteínas magras y granos integrales.
Por supuesto, el ejercicio diario podrá ayudarte a mejorar tu perfil de colesterol.
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Tratamiento o elementos que pueden ayudar a controlar los altos niveles de colesterol malo en la sangre:
Estatinas
En cuestión de medicamentos, el más utilizado para tratar la dislipidemia es la estatina.
Las estatinas comprenden medicamentos como la atorvastatina (Lipitor), la fluvastatina (Lescol), la lovastatina (Altoprev), la pitavastatina (Livalo), la pravastatina (Pravachol), la rosuvastatina (Crestor) y la simvastatina (Zocor), aunque también pueden encontrarse en versiones genéricas que representan un menor costo.
Fibratos
Los fibratos poseen un notable efecto de regulación lipídica, ya que pueden reducir los triglicéridos hasta un 50% y aumentar el HDL hasta un 20%; su efecto sobre el LDL es variable, aunque siempre modifican el patrón de LDL circulantes hacia formas menos densas con menor aterogenicidad.
Los fibratos están especialmente indicados en el tratamiento de la hipertrigliceridemia aislada, la hiperlipidemia mixta y, especialmente, la dislipidemia aterogénica y la diabetes.
Cada medicamento trabaja de manera un poco diferente, por lo que será solamente tu médico quien podría recomendarte la mejor opción y su dosis.
En algunos casos, los médicos recetan otros medicamentos para el colesterol que no son estatinas, como Zetia (ezetimiba), un medicamento que bloquea la absorción del colesterol en el tracto digestivo, pero existen otros en el mercado.
Prevención
Si tienes antecedentes familiares en los que reina el colesterol alto, asume el control de tu conducta llevando una vida saludable antes de que tus cifras de colesterol comiencen a moverse hacia niveles no saludables.
Trata de mantener un peso saludable siguiendo una dieta adecuada que mantenga sano tu corazón. y compleméntalo con ejercicio diario. Si fumas, deja de hacerlo ya, erradicar el cigarro de tu vida te dará muchos otros beneficios.
Como siempre, hablar con el médico pone en perspectiva tanto tu preocupación sobre algunos males como la situación real de tu condición general.
Conclusión
Si eres una persona que sufre de dislipidemia, debes ser riguroso con tus medicamentos, estatinas o fibratos, así como de propiciar cambios positivos en tu estilo de vida. Con esto podrás llevar una vida de calidad.
Sigue los consejos de tu médico, podrás así controlar la dislipidemia y reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.