El olfato es uno de nuestros 5 sentidos, probablemente uno de los que damos por sentado ya que resulta menos común perderlo debido a un accidente, enfermedad o simplemente a causa del envejecimiento. Es por eso que las enfermedades del olfato no son tan comunes.
La verdad es que el olfato nos ayuda a disfrutar al máximo nuestra vida y aumenta la vivencia de cada una de nuestras experiencias.
Por ejemplo: el olfato te conecta inmediatamente con sentimientos atados a recuerdos, a muchas personas les sucede con el olor del desayuno o el café de la mañana.
Otro ejemplo claro de cómo el sentido del olfato aumenta nuestra percepción de la realidad es cuando disfrutamos de los aromas que nos ofrecen los paisajes al aire libre y esto deja un recuerdo marcado en nuestra memoria.
Otro dato interesante es que el sentido del olfato, al igual que el gusto, son los sentidos que menos deterioro sufren cuando comenzamos a envejecer, lo que suele suceder con otros sentidos como la vista y el oído, por el contrario, muchas personas aseguran que su sentido del olfato se va agudizando con la experiencia, lo que permite disfrutar mucho más de los aromas agradables del día a día como la comida, el café, las flores o la tierra mojada en las mañanas.
Nada de eso quiere decir que el sentido del olfato jamás se afecte o de que estemos exentos de perderlo a causa de una enfermedad. de hecho, existen muchos causas por las que podemos ver afectada nuestra capacidad para percibir aromas.
Contenido
Primero, aprendamos cómo funciona el sentido del olfato
El sentido del olfato forma parte, junto al sentido del gusto del sistema Quimiosensorial, en otras palabras, de los sentidos que perciben reacciones químicas. Ambos están conectados y ayudan a nuestro cuerpo a interpretar sabores y aromas por medio de los impulsos químicos presentes en el ambiente.
Para percibir efectivamente los olores y aromas, nuestro cuerpo está equipado con unos pequeños sensores llamados neuronas sensoriales olfativas, que están ubicadas en la parte interna superior de nuestra nariz.
Estas neuronas sensoriales atrapan las partículas químicas liberadas en el medio ambiente y envían el impulso al cerebro para ser analizadas.
Los sensores tienen la capacidad de recibir impulsos desde las fosas nasales, es decir, cuando olemos algo; o también gracias a una conexión interna con la cavidad bucal, gracias a esto, somos capaces de percibir también los olores desprendidos por los alimentos que consumimos, lo que aumenta en gran medida la experiencia en cuanto a la percepción y el disfrute de los sabores.
Causas comunes de las enfermedades del olfato
- Formación de pólipos nasales.
- Alergias recurrentes.
- Traumatismos o lesiones cerebrales severas.
- Infecciones contraídas en nariz, garganta o boca
- En algunos casos por envejecimiento.
- Exposición prolongada a radiación en tratamientos médicos para el cáncer.
- Abuso en el consumo de tabaco.
- Factores ambientales como la polución del aire.
Nuestro sentido del olfato se puede enfermar, estas son las enfermedades olfativas más comunes:
#1 Hiposmia
Es uno de los enfermedades del sistema olfativo más común que existe y consiste en la reducción parcial de la capacidad para percibir los aromas del medio ambiente, sin embargo, en este caso algunos olores particulares se siguen percibiendo totalmente.
La hiposmia tiene muchas causas probables, en algunos casos el motivo de la reacción no queda muy claro.
Tratamientos más comunes para la hiposmia:
No en todos los casos es necesario aplicar tratamiento médico ya que, dependiendo de si la causa es pasajera, la imposibilidad de percibir aromas puede desaparecer por sí sola al eliminarse el trastorno físico que la originó.
Por ejemplo, en el caso de algunas alergias no crónicas. Todo depende de diagnosticar correctamente la causa para poder recetar el tratamiento adecuado.
En algunos casos se prescribe un tratamiento farmacológico, muy común cuando la hiposmia es causada por alergias o infecciones locales. En los casos de formación de pólipos que obstruyan el conducto nasal, se suele recomendar un tratamiento quirúrgico.
#2 Anosmia
La anosmia, a diferencia de la hiposmia, es la pérdida total de la capacidad para percibir olores, y muchas veces, también los sabores de los alimentos.
Al igual que en otros trastornos del olfato, puede ser causado por una gran cantidad de factores internos y externos. Puede durar durante un periodo de tiempo determinado o de forma indefinida mientras la reacción causante siga afectando al cuerpo.
Tratamientos más comunes para la Anosmia:
De nuevo, las indicaciones de tratamiento van a depender por completo del diagnóstico de la causa.
En el caso de que la Anosmia sea causada por enfermedades respiratorias, sinusitis o resfriados comunes, pueden ser tratadas con antialérgicos y otros fármacos.
En los casos en que la incapacidad para oler esté causada por inflamaciones de los conductos nasales, el trastorno debe desaparecer gradualmente a medida que la inflamación cede.
La anosmia también puede desencadenarse como un síntoma de enfermedades neurológicas, en estos casos no existe ningún tratamiento que mejore la condición, sólo es posible que el trastorno olfativo disminuya o desaparezca a medida que la enfermedad cerebral es tratada, en algunos casos el sentido del olfato jamás vuelve.
#3 Parosmia
Es también una patología del olfato que afecta parcial o totalmente la capacidad de percibir efectivamente los olores y puede afectar también la agudez en el sentido del gusto. En el caso de la parosmia, siempre es causada por algún desorden del sistema neuronal o nervioso que afecta la comunicación entre los sensores olfativos y el cerebro, evitando que los impulsos puedan interpretarse como olores.
Suele ser causada por el envejecimiento o también como consecuencia de la enfermedad de Parkinson o también en pacientes con condición epiléptica crónica.
En el caso de la parosmia no existe tratamiento o cura ya que es producido por enfermedades degenerativas.
#4 Fantosmia
En este caso el paciente no se ve imposibilitado para percibir aromas del medio ambiente, por el contrario, las personas que sufren de Fantosmia suelen detectar olores que realmente no existen, sufren de alucinaciones olfativas.
Los olores pueden ser agradables o desagradables y aparecer y desaparecer sin ningún estímulo en concreto. Por lo general son ocasionados por lesiones cerebrales y pueden ser el síntoma de alguna enfermedad seria.