Cuando piensas en la enfermedad de Parkinson (EP), probablemente lo primero que te venga a la mente sean los temblores incontrolables en las manos. Es cierto que es uno de los síntomas más significativos, pero no el único. Si quieres saber qué otros pueden aparecer conforme avanza la afección, sigue leyendo.
OTROS ARTÍCULOS INTERESANTES:
▶️Enfermedades autoinmunes: ¿Sabes qué son?
▶️7 Hábitos de higiene personal que te ayudarán a mejorar la salud
▶️¿Qué son las enfermedades de notificación obligatoria y cuáles son?
¿Son homogéneos los síntomas del párkinson en todos los pacientes?
La respuesta es no. Cada enfermo puede experimentar unos síntomas concretos y en mayor o menor medida según sus características. No obstante, los médicos han identificado cuáles son los más repetidos entre los diagnosticados.
Síntomas motores
Tienen una manifestación física. Es posible que comiencen en un lado del cuerpo, vayan aumentando la intensidad, y se trasladen al otro.
– Temblor. Al tratarse de una enfermedad neurodegenerativa y progresiva del sistema nervioso, una de las primeras señales que percibirás es el movimiento incontrolado. Temblores y sacudidas de las extremidades que se experimentan incluso si estás en reposo.
– Rigidez. El cuello y las extremidades pierden movimiento pasivo, algo que no se percibe de primeras si no es en una exploración del neurólogo. Ocasiona dolor y limita la movilidad.
– Bradicinesia. Es decir, movimientos lentos y retardados: pasos más cortos, arrastre de pies mientras caminas, dificultades para incorporarte de la silla…
– Alteraciones en el equilibrio y la postura corporal.
– Acinesia (bloqueos de marcha). Con esta denominación, los expertos se refieren a un episodio transitorio en el que la persona diagnosticada se siente congelada, con los pies pegados al suelo y sin posibilidad de retomar la marcha. Suele aparecer en los estadios más avanzados.
– Movimientos automáticos ausentes. Gestos inconscientes como son el parpadeo o incluso sonreír se ven mermados cuando se asienta la enfermedad.
Síntomas no motores
Son los grandes desconocidos de la EP. Sin embargo, son los que realmente limitan socialmente al afectado al reducirle sus interacciones.
– Alteraciones del sueño. La ingesta de medicación contra el párkinson provoca episodios de somnolencia y pesadillas. Asimismo, durante la fase REM se pueden dar trastornos conductuales.
– Ansiedad, apatía y depresión. Se dan igual que en otras enfermedades crónicas. Estos trastornos emocionales pueden aparecer incluso antes de que percibas los primeros temblores o alteraciones del movimiento.
– Problemas en la dicción. La mitad de los afectados experimentan fallos en la dicción: dudas antes de hablar, repetición de palabras, hablar muy rápido o en voz muy baja, etc.
– Estreñimiento. A consecuencia de la progresiva ralentización de los músculos del intestino y el abdomen se incrementan las probabilidades de estreñimiento. Un 50 % de los diagnosticados lo padecen.
Lo fundamental es que, ante los primeros síntomas, acudas a un neurólogo especializado en párkinson. Basándose en tu historial clínico, determinará si eres un paciente de EP o tus síntomas responden a otra afección.