La fibrosis vuelve la formación de las cicatrices que produce el organismo como una reacción natural ante alguna lesión en algo dañino. En este artículo te explicamos qué es la fibrosis, sus tipos, sus causas y cuáles son los mejores tratamientos que puedes aplicar en tu vida diaria desde la comodidad de tu hogar.
Pero primero que nada debemos definir qué es la fibrosis..
¿Qué es la fibrosis?
La fibrosis es el desarrollo excesivo de tejido conectivo fibroso en un órgano o tejido. Que aparece como consecuencia del proceso de reparación o creación de nuevas fibras de tejido. Este exceso de tejido conectivo hace que todos los tejidos que se encuentren alrededor de las fibrosis se adhieran; ocasionando alteraciones que pueden limitar el movimiento, producir dolor o provocar que el órgano o tejido no funcione correctamente.
La fibrosis no es una enfermedad que ocurra de manera aislada, más bien se presenta como consecuencia de otra enfermedad. La causa por la que el tejido conectivo anómalo crece de forma excesiva es por el aumento colágeno.
Los órganos que comúnmente se ven perjudicados por ella son los pulmones, el hígado, corazón, riñón, senos o la piel. Pero puede afectar cualquier tejido; cuando esto sucede el área dañada de los órganos y tejidos adquiere una consistencia firme o dura al tacto.
Tipos de fibrosis más comunes
Pulmonar
Se produce cuando el tejido pulmonar se daña y se producen cicatrices. Engrosando y haciendo más rígido el tejido, dificultando el correcto funcionamiento de los pulmones.
Cuando esta condición se agrava con el tiempo el respirar se vuelve más complicado.
El daño causado por la enfermedad no puede repararse, llegando a ser necesario en algunos casos un trasplante de pulmón; pero la calidad de vida puede mejorar bastante con medicamentos y terapias.
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Las causas que la provocan son muy variadas e influyen muchos factores diferentes como la radioterapia y algunos medicamentos.
Entre los signos que se presentan están la disnea, fatiga, tos seca, hipocratismo digital y dolor de articulaciones .
Quística
La fibrosis quística es un trastorno hereditario de las glándulas exocrinas que afecta fundamentalmente los aparatos digestivo y respiratorio.
Cambia las secreciones de ciertas glándulas del cuerpo que producen mucosidad, sudor y jugos digestivos haciéndolos más pegajosos y espesos. Provocando que en lugar de actuar como lubricantes, se acumulen en conductos y pasajes, sobre todo en los pulmones y el páncreas; aunque los senos nasales, el hígado y los intestinos también pueden verse afectados.
Es uno de los tipos de enfermedad pulmonar crónica más común en niños y adultos jóvenes. Se hereda de padres portadores del gen causante del padecimiento, pero ambos deben ser portadores para que esto ocurra.
Los síntomas y signos más comunes son:
- Sudor salado por la afectación de las glándulas sudoríparas.
- Síntomas pulmonares como tos con expectoración e infecciones respiratorias constantes.
- Enfermedades nasales como rinitis, sinusitis y poliposis nasal.
- Infertilidad en los hombres y disminución de la fertilidad en las mujeres.
- Problemas digestivos en un alto porcentaje de pacientes.
- Se pueden presentar la diabetes y la enfermedad crónica del hígado como complicaciones.
No existe cura, pero gracias a los tratamientos algunas personas con fibrosis quística tienen una calidad de vida mejor; y viven pasados los cuarenta o cincuenta años.
En los senos
Usualmente los pechos fibroquísticos como suelen llamarlos en el mundo médico, se componen de un tejido que puede tener una textura grumosa a la que los especialistas denominan como tejido mamario nodular o glandular.
Esta condición es frecuente pues la mayoría de las mujeres experimentan cambios fibroquísticos en algún momento de sus vidas.
Estos cambios generalmente aparecen entre los 20 y 60 años pero en raras ocasiones, las mujeres posmenopáusicas manifiestan cambios en los senos fibroquísticos.
Aunque muchas mujeres con mamas fibroquísticas no tienen síntomas, algunas mujeres experimentan:
- Dolor de mamas generalizado.
- Mayor sensibilidad en la zona exterior de los senos.
- Nódulos mamarios que varían su tamaño con el ciclo menstrual.
- Secreciones por el pezón de color verde o marrón oscuro sin sangre que salen sin ejercer presión.
Hepática
La fibrosis hepática es la formación de una cantidad excesiva de tejido cicatricial en el hígado. Que se acumula después de una inflamación persistente y de un daño hepático mantenido; llevando al hígado a intenta reparar y reemplazar las células dañadas.
Sus causas mas frecuentes son las hepatitis virales crónicas B o C, hepatitis autoinmune, enfermedades biliares, esteatohepatitis por alcohol (EHA) y esteatohepatitis no alcohólica (EHNA).
En las primeras etapas algunas personas no experimentan síntomas permitiendo tener una vida normal. Pero con el tiempo puede alterar las funciones metabólicas del hígado y puede llevar a la cirrosis y el cáncer de hígado.
Los síntomas y signos más frecuentes en las personas que la padecen son:
- Acumulación de fluido e hinchazón en las piernas y el abdomen
- Debilidad
- Dificultad para concentrarse
- Ictericia
- Náuseas
- Pérdida de apetito y de peso
Tratamientos caseros
Para la fibrosis pulmonar
Serrapeptasa
También conocida como serratiopeptidasa es una enzima que posee fuertes propiedades antiinflamatorias y antibacterianas. Esta enzima proviene directamente de los intestinos del gusano de seda y la requiere para romper el capullo y salir.
La serrapeptasa es un suplemento enzimático que ayuda a expulsar el exceso de moco de los pulmones y el sistema linfático. Disuelve tejidos no vivos, trombos en la sangre, quistes, placas arteriales y mocos.
Se encuentra en farmacias y tiendas naturistas en presentación de tabletas o cápsulas. Lo ideal es tomar una cápsula al despertar en ayunas y una antes de dormir (2 horas después de la cena).
Plata coloidal
Es un suplemento mineral con propiedades antibióticas y antiinflamatorias que protege de forma natural contra las infecciones.
Se utiliza como auxiliar en el tratamiento de fibrosis pulmonar por el efecto curativo que tiene en los pulmones; pues elimina hongos y cualquier virus presente en ellos. Sin dañar la flora intestinal requerida para las funciones básicas del cuerpo.
La ingesta recomendada es de una gota por kilogramo de peso, disuelta en un vaso de agua y dividida en 2 tomas diarias con el estómago vacío.
Cítricos
Son ricos en vitamina C, que estimula la producción de glóbulos blancos en el cuerpo. Los cuales reducen la inflamación en los pulmones causada por la fibrosis pulmonar.
También ayudan a reducir las cicatrices en el tejido pulmonar. Por lo tanto se recomienda incluir frutas cítricas como naranjas, uvas, limones y bayas en la dieta.
Para la fibrosis quística
Ajo
El ajo juega un papel importante en la curación natural de la fibrosis quística debido a que la sustancia activa que le da el color y sabor característico al ajo es un potente y efectivo remedio contra las bacterias que causan infecciones respiratorias en pacientes con fibrosis quística.
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Avena
Esto puede parecer simple, pero algunas de las enzimas contenidas en la avena en realidad pueden ayudar a modificar el metabolismo y combatir algunas de las vías químicas de la fibrosis quística que pueden ser cíclicas y destructivas.
Omega 3
Agregar una buena dosis de ácidos grasos omega-3 a la dieta es una de las mejores maneras de proteger contra la producción excesiva de moco y reducir los biomarcadores de inflamación, que pueden contribuir a la enfermedad crónica y la infección de los pulmones comunes en la fibrosis quística.
Consumir pescado en la dieta es un excelente forma de obtener omega 3, además de los suplementos de aceite de pescado.
Fibrosis de seno
Vitamina B6
También conocida como piridoxina es un nutriente del complejo B que ayuda a cuidar la salud de piel y nervios, luchar contra infecciones, mantener los niveles de azúcar bajos, formación de glóbulos rojos y que algunas funciones enzimáticas se lleven a cabo correctamente.
El dolor y sensibilidad en los senos son causados por los niveles anormales del estrógeno y progesterona pero la vitamina B6 ayuda a regular estos niveles.
Se puede consumir como suplemento o añadiendo a la dieta diaria alimentos como papa, pescado y vegetales con almidón.
Aceite de onagra
La onagra es una planta rica en ácidos grasos esenciales (linoleico y gammalinoleico) que son necesarios para la formación de prostaglandinas, sustancias precursoras de determinadas hormonas. En especial de la prostaglandina E1 que interviene de manera directa en reducir los procesos de inflamatorios.
Para utilizarlo se debe verter un poco de este aceite en la palma de las manos, frotarlas para calentarlo ligeramente y dar masajes circulares sobre los senos.
Algas marinas
El yodo disminuye la capacidad del estrógeno para adherirse a sus receptores en la mamas, disminuyendo el dolor de los pechos. Una forma sencilla de consumirlo es incluyendo algas marinas en la dieta.
Fibrosis hepática
Semillas de papaya
Por su contenido de potasio, calcio, proteínas, fósforo y vitaminas nutren el cuerpo, fortalecen los músculos, disminuyen la fatiga, disminuyen los niveles de colesterol y reducen la inflamación. En el caso de la fibrosis hepática, ayudan a desintoxicar el hígado para tratar este problema. Se recomienda consumir 1 cucharada de semillas de papaya machacadas en 2 cucharadas de jugo de limón; un par de veces al dia por un mes.
Cardo Mariano
Esta hierba cura y restaura el vigor del hígado. Contiene silimarina un potente antioxidante que fortalece las membranas de las células del hígado, reduce las toxinas, estimula la síntesis de proteínas que ayuda a regenerar los tejidos dañados y reduce la inflamación; puede consumirse en cápsulas, tabletas o en infusión.
Cúrcuma
Es un potente hepatoprotector con propiedades antioxidantes. Regenera las células hepáticas, estimula los procesos de desintoxicación del hígado y disminuye la inflamación.
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Se puede tomar como suplemento alimenticio en cápsulas o tabletas e incluir en la dieta diaria como condimento.
Conclusión
Sin importar el tipo de fibrosis, existen pequeños cambios que podemos hacer en nuestra vida cotidiana encaminados a estar más saludables, tener una mejor alimentación, limpiar y alcalinizar nuestro organismo; estos tratamientos que fácilmente podemos implementar desde el hogar nos van a ayudar a complementar la intervención médica y disminuir los síntomas de este padecimiento. Como siempre la constancia y disciplina son herramientas que ayudan a que los resultados sean satisfactorios.