15 síntomas de que puedes tener deficiencia de hierro y cómo obtenerlo

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falta de hierro

La falta de hierro es un problema de salud muy común y que muchas veces pasa desapercibido.

La deficiencia de hierro es la deficiencia nutricional más común en Estados Unidos, y las mujeres están entre los individuos que representan un mayor riesgo.

El hierro es crítico para producir hemoglobina, una proteína que ayuda a que los glóbulos rojos transporten oxígeno por todo tu cuerpo.

Sin el hierro, todo sufre, y puede llevar al paciente a una anemia.

Revisa estos síntomas de deficiencia de hierro y, si los tienes, es hora de ver a tu médico y solicitar una prueba de ferritina, que mide las reservas de hierro en tu cuerpo.

A continuación los principales síntomas de niveles bajos de hierro en la sangre:

Síntomas de falta de hierro en la sangre

Estás exhausto…

El síntoma más común de la deficiencia de hierro, es también y posiblemente la deficiencia más difícil de detectar.

“Las mujeres están tan acostumbradas a tener vidas frenéticas y sentirse cansadas,” dice Nancy Berliner, doctora y editora adjunta de Blood, la revista de la Sociedad Americana de Hematología. “A menudo tan sólo desechan la parte “cansada” del día.

Sin embargo, la deficiencia de hierro causa que una menor cantidad de oxígeno llegue a tus tejidos, así que el cuerpo se ve privado de la energía que necesita.

Si tu fatiga “normal” se acompaña de la sensación de debilidad, irritabilidad, o incapacidad de concentrarse, el hierro (o la carencia de este), puede tener algo que ver.

Después de todo, existe una razón por la que aquellas personas que sufren de falta de hierro que progresa hacia anemia son identificadas como “pacientes de sangre cansada”.

Tienes periodos difíciles…

En las mujeres, la causa número uno de la falta de hierro es un periodo demasiado pesado, dice el doctor Jaques Moritz, director de ginecología de la clínica Monte Sinaí de San Lucas en Roosevelt, Nueva York.

“Pierden demasiada sangre, reemplazan la mitad de ella, y luego vuelven a perder demasiada en el siguiente periodo. “Es como llenar el auto con un pequeño agujero en el tanque”. Tu periodo debe equivaler únicamente a dos o tres cucharadas soperas cada mes. Haz la prueba del tampón: Si cambias tu tampón con mayor frecuencia a cada dos horas, tienes que hablar con tu ginecólogo.

Estás pálido…

Hay una razón por la que las palabras “pálido” y “enfermizo”, a menudo son usadas como sinónimo.

La hemoglobina le da a tu sangre su color, y por consecuencia, ese tono rosado en la piel.

Eso significa que bajos niveles de proteína pueden absorber todo el color de tu piel, de acuerdo al doctor Moritz. En todo caso, es muy sencillo detectar esta situación. No importa tu tono de piel, si el interior de tus labios, encías, y el interior de tus párpados es menos rojo de lo usual, quizá debamos culpar al bajo nivel de hierro.

Te quedas fácilmente sin aliento…

No importa qué tan profundo respires, si tus niveles de oxigenación están bajos, sentirás falta de aire, explica la doctora Berliner.

Si notas que te quedas sin aire haciendo cosas que normalmente llevas a cabo sin el menor problema – ya sea subiendo por las escaleras o atendiendo tus actividades diarias, quizá sea una cuestión de un bajo nivel de hierro.

Tu corazón late muy fuerte…

Un corazón estresado puede terminar por sufrir de latidos irregulares, soplos, agrandamiento e incluso un infarto.


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Antes de que entres en pánico, debes saber que, para que las cosas se pongan así de mal, debes haber sufrido de anemia durante bastante tiempo; así lo sugiere una investigación sobre cardiomiopatías y la falta de hierro en el diario médico del Instituto Texano del Corazón.

Sin embargo, si sabes que tienes problemas cardíacos, es importante que revises tus niveles de hierro, pues una deficiencia de esta índole puede empeorar tus problemas cardíacos.

Tienes síndrome de piernas inquietas…

¿No puedes dejar de moverte?

Cerca del 15% de las personas con síndrome de piernas inquietas padecen una deficiencia de hierro, de acuerdo a la organización Medicina John Hopkins. Mientras menores sean los niveles de hierro, peores los síntomas.

Te duele la cabeza…

Un cuerpo con deficiencia de hierro tendrá prioridad por llevar oxígeno a tu cerebro antes de preocuparse por otros tejidos, pero aun así tu cerebro obtendrá mucho menos oxígeno del que realmente necesita, afirma la doctora Berliner.

En respuesta, las arterias cerebrales se pueden inflamar causado jaquecas, de acuerdo a información publicada por la Fundación Nacional de Dolor de Cabeza.

Se te antoja la arcilla, la tierra y el hielo…

Se denomina «pica a los antojos», (y la acción de comer) sustancias no comestibles, y esto puede ser una señal de niveles bajos de hierro.

Los pacientes con falta de hierro pueden sentirse tentados a masticar tiza, arcilla, tierra y papel.

Por suerte, la mayoría de las mujeres optan por ingerir hielo, dice la doctora Berliner, quien se ha percatado de que sus pacientes con anemia vuelven a consultarla cuando comienzan a tener antojo de hielo.

Te sientes ansioso sin razón…

Como si tu vida no fuera lo suficientemente estresante, la falta de hierro puede engañarte y hacerte sentir incluso más ansioso.

La falta de oxígeno altera el sistema nervioso de tu cuerpo, que funciona como si fuera el pedal de acelerado, afirma la doctora Berliner.

Además, ya que la deficiencia de hierro puede provocarle a tu corazón toda una carrera de obstáculos, es más probable que te sientas alterado incluso cuando sólo tienes razones para estar en calma.

Estás perdiendo tu cabello…

La deficiencia de hierro, especialmente cuando progresa hacia una anemia diagnosticada, puede provocar pérdida de cabello.


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“La anemia pone a tu cuerpo en “modo supervivencia”, para que tu cuerpo canalice oxígeno para soportar funciones vitales en lugar de mantener el cabello intacto”, explica el doctor Moritz.

Pero no entres en pánico si ves unos cuantos cabellos tirados, la mayoría de los cueros cabelludos pierden cerca de 100 cabellos al día.

Eres vegetariano o vegano…

No todo el hierro fue creado a semejanza… tu cuerpo absorbe más hierro hémico, el cual proviene de la res, pollo y pescado, y es de dos a tres veces mucho más eficiente que aquel no hémico de las plantas, de acuerdo a la nutrióloga Rania Batayneh, autora de The One one one diet.

Puedes obtener hierro suficiente si observas un plan nutricional adecuado. Las hojas verdes, los granos enteros y leguminosas son ricas en hierro; acompáñalas con alimentos ricos en vitamina C como los pimientos, bayas y brócoli para aprovechar al máximo su absorción.

Tienes una tiroides poco activa…

La deficiencia de hierro aletarga la función tiroidea y bloquea sus efectos impulsores en el metabolismo de acuerdo con la Academia Nacional de Hipotiroidismo.

Esta condición es a menudo omitida (seis de cada 10 personas con una enfermedad tiroidea no saben que la padecen, conforme a información de la Asociación Americana de Tiroides), así que si notas bajos niveles de energía, comienzas a ganar peso, o incluso presentas baja temperatura corporal, habla con tu médico.

Estás embarazada…

El ácido fólico se ha ganado una gran atención si de cuidados pre-natales hablamos, pero los bebés también necesitan hierro, y lo pueden tomar de la reserva de sus mamis.

De hecho, muchas mujeres pierden una cantidad importante de sangre durante el parto, lo que puede reducir los conteos de hierro.

Si tienes un embarazo múltiple, has tenido embarazos continuos, o vomitas de manera regular debido a las náuseas matutinas, quizá necesites mejorar tu ingesta de hierro.

Tu lengua se ve rara…

Además de robarle el color a tu lengua, los conteos bajos de hierro pueden reducir los niveles de mioglobina, una proteína en los glóbulos rojos que ayuda a la salud muscular, justo como el músculo del que está conformada la lengua.

Como resultado de esto, muchas de las personas que tienen deficiencia de hierro se quejan de sentir la lengua adolorida, inflamada e inusualmente suave.

Tienes enfermedad celiaca o intestinal inflamatoria…

Incluso si obtienes suficiente hierro de tu dieta, la enfermedad celiaca e intestinal inflamatoria como la enfermedad de Crohn, o la colitis ulcerosa pueden provocarte problemas al absorber los nutrientes, incluyendo el hierro.

Estas condiciones provocan inflamación y daño al tracto intestinal. Si has sido diagnosticado con alguna de estas enfermedades, habla con tu médico sobre cómo incrementar tu absorción de hierro.

¿Cómo obtener más hierro?

Los requerimientos de hierro no son iguales para todo el mundo, especialmente cuando se trata de mujeres.

Las mujeres entre 19 y 50 años de edad, generalmente necesitan 18 mg de hierro al día, pero si estás embarazada esa cantidad aumenta hasta 27 mg.

Si estás amamantando, debes consumir solo 9 mg; además, si estás en tu periodo, tus necesidades de hierro también se verán afectadas.

¿Eres mayor de 50 y ya no menstruas? Tan sólo necesitas 8 mg al día.

No es un esquema difícil de lograr; a veces es cuestión de una sola ración de lentejas, espinaca, filete, nueces, pollo o chícharos para lograr conseguir unos cuantos miligramos del hierro que tu cuerpo necesita.

Claro que, es importante tomar en cuenta que, cuando se trata de hierro, “más”, no es necesariamente lo mejor.

Mientras que casi toda nuestra atención está en la deficiencia de hierro, existe una preocupación en cuanto a la sobredosis de hierro, que se ha demostrado puede causar daño directo a órganos internos, incrementar el riesgo de diabetes, ataques cardíacos, y cáncer, particularmente en personas mayores.

¡Intenta obtener tu dosis diaria de hierro, pero no te esfuerces mucho en ir más allá de las recomendaciones profesionales!